PROFESORA: Valentin
Contreras Rayda Amanda
GRADO: 3° A, B, C, D, E, F, G
- ¿QUÉ
NECESITAREMOS?
Lee con mucha atención la información:
LECTURA BÍBLICA:
La Venida del Espíritu Santo
Al cumplirse el día de Pentecostés, estaban todos juntos en un mismo lugar. Y de repente sobrevino del cielo un ruido, como de viento que irrumpe impetuosamente, y llenó toda la casa en la que se hallaban. Entonces se les aparecieron unas lenguas como de fuego, que se dividían y se posaron sobre cada uno de ellos. Quedaron todos llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les hacía expresarse (Hch 1,1-4).
Una realidad actual
La venida solemne del Espíritu en el día de Pentecostés no fue un suceso aislado. En los Hechos de los Apóstoles nos habla de Él y de la acción por la que guía, dirige y anima la vida y las obras de la primitiva comunidad cristiana: Él es quien inspira la predicación de San Pedro (Hch 4,8), quien confirma en su fe a los discípulos (Hch 4,31), quien sella con su presencia la llamada dirigida a los gentiles (Hch 10,44-47), quien envía a Saulo y a Bernabé hacia tierras lejanas para abrir nuevos caminos a la enseñanza de Jesús (Hch 13,2-4). En una palabra, su presencia y su actuación lo dominan todo.
1. El Espíritu Santo nos ayuda a asimilar la doctrina de CristoLa misión de Cristo y del Espíritu Santo se realiza en la Iglesia, Cuerpo de Cristo y Templo del Espíritu Santo. Esta misión conjunta asocia desde ahora a los fieles de Cristo en su comunión con el Padre en el Espíritu Santo: el Espíritu Santo prepara a los hombres, los previene por su gracia, para atraerlos hacia Cristo. Les manifiesta al Señor resucitado, les recuerda su palabra y abre su mente para entender su muerte y resurrección. (Catecismo, n.737).
2. El Espíritu Santo nos da la fuerza necesaria para vivir nuestros compromisos bautismales.
La vida cristiana es una opción que debemos renovar todos los días. Dios nos deja libres. En cualquier momento cabe la posibilidad de echarnos atrás, de quedarnos indiferentes, de ser unos cristianos “domesticados” como ciertos animales que sólo sirven para adornar el hogar, pero que ya no son agresivos porque están domados.
También la conciencia se puede domesticar y recortar a una medida cómoda. Una conciencia para andar por casa, es una conciencia mansa, que nos presenta los grandes principios morales suavizados, que nos ahorra sobresaltos, remordimientos y angustias. Ante las faltas, sabe encontrar justificantes: ‘estás muy cansado’, ‘todos lo hacen’, ‘obraste con recta intención, lo hiciste por un fin bueno’, ‘es de sentido común’.3. El Espíritu Santo no deja de venir a nosotros constantemente
Experimentamos muchas venidas del Espíritu Santo durante nuestra vida. Las más fuertes son cuando recibimos los sacramentos. Por medio de cada sacramento el “artífice de nuestra santificación”, el Espíritu Santo, realiza su obra en nosotros, nuestra transformación en Cristo.
Para el alma en estado de gracia, la voz de la conciencia viene a ser la voz del Espíritu Santo, que ante ella se hace portador del querer del Padre celestial.
Nuestra vida debería ser un constante diálogo con el Espíritu Santo. Es imposible vivir la vida cristiana, cumplir con el principio y fundamento... sin esta colaboración con el divino Huésped del alma, el Espíritu Santo.
Vivir según el Espíritu Santo
Vivir según el Espíritu Santo es vivir de fe, de esperanza, de caridad; dejar que Dios tome posesión de nosotros y cambie de raíz nuestros corazones, para hacerlos a su medida. Una vida cristiana madura, honda y recia, es algo que no se improvisa, porque es el fruto del crecimiento en nosotros de la gracia de Dios. En los Hechos de los Apóstoles, se describe la situación de la primitiva comunidad cristiana con una frase breve, pero llena de sentido: perseveraban todos en las instrucciones de los Apóstoles, en la comunicación de la fracción del pan y en la oración (Hch 2,42)
No hay cristianos de segunda categoría, obligados a poner en práctica sólo una versión rebajada del Evangelio: todos hemos recibido el mismo Bautismo y, si bien existe una amplia diversidad de carismas y de situaciones humanas, uno mismo es el Espíritu que distribuye los dones divinos, una misma la fe, una misma la esperanza, una la caridad (Cfr. 1 Co 12,4-6 y 13,1-13). - ¿QUÉ
APRENDERÉ HOY? RETO:
Cultiva su dimensión religiosa, espiritual y trascendente que le permita cooperar en la transformación de sí mismo y de su entorno desde pentecostés a la luz del Evangelio escribiendo una carta al Espíritu Santo contra la discriminación.
- INSTRUMENTO
DE EVALUACIÓN:
ME AUTOEVALÚO
LISTA DE COTEJO
Apellidos y nombres
FECHA:
/08/2021
Grado:
Tercero
Sección:
Nº
ASPECTOS / CRITERIOS
SI
NO
01
La carta que he escrito está dirigido al Espíritu Santo
02
En la carta he pedido erradicar la discriminación
03
Al escribir he mencionado algunas acciones que ayudarán a mejorar este mal en nuestra comunidad
04
He tenido cuidado con la ortografía y el orden
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