ACTIVIDAD 9

 

PROFESORA: Valentin Contreras, Rayda

GRADO: tercero A,B

1. ¿QUÉ NECESITAREMOS?
   

   Lee con mucha atención la siguiente información:

   Observa la siguiente reflexión: EL PERRITO COJO
   

   https://www.youtube.com/watch?v=CQX_hTKljgo
   

   LECTURA BÍBLICA:

   PDF Y MEET

   LECTURA BÍBLICA.

   Juan 8, 1-11: “Le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?
   Más esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo.
   Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que esté libre de pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella. E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra.
   
   

   
   RESPETO A LA DIGNIDAD Y LA VIDA HUMANA

   Dignidad: Decoro, reconocimiento y buen nombre de las personas. La dignidad humana es un derecho propio de cada ser humano, derecho de ser respetado por el solo hecho de ser persona, porque no se debe ofender ni agredir a otra persona.
   
   

   
   

   El octavo mandamiento dice “No levantar falso testimonio ni mentir”, es una clara alusión a respetar la dignidad del prójimo. La gravedad de una mentira depende de las intenciones de quien la dice y del daño que la mentira produce. Los pecados principales contra la dignidad humana son:

   -      La mentira: faltar a la verdad con intención de beneficiarse o evitar asumir su culpabilidad.

   -      El chisme: Contar a una persona lo malo que dicen sobre ella.

   -      La murmuración: Contar lo malo que una persona ha hecho y que no se sabía.

   -      La calumnia: Inventar contra una persona lo que no ha hecho.

   -      El falso testimonio: Declarar en contra de otro lo que no es verdad.

   -      El perjurio: afirmar algo contrario a la verdad bajo juramento.

   -      La murmuración: manifestar y contar los defectos y las faltas de otros a personas que lo ignoran.

   -      La adulación: decir palabras que halagan y satisfacen a quien la escucha y apoyar sus malos actos.

   -      La vanagloria: decir mentiras por orgullo para conseguir mayor estima de los demás.

   -      La ironía: ridiculizar el comportamiento de una persona exagerando sus defectos.

   -      La indiscreción: revelar secretos que nos han confiado.

   Los que pecan contra el octavo mandamiento, tienen la obligación de retribuir la honra y la buena fama que le han quitado al otro. Y si se le ha hecho algún daño a una persona hablando mal de ella, se debe reparar dicho daño diciendo la verdad.

   El verdadero cristiano debe ir siempre con la verdad y además debe dar testimonio de la verdad del Evangelio, aunque en ello vaya su propia vida.
   

   “Evangelium vitae” (Evangelio de la vida)

   Juan Pablo II
   

   La encíclica Evangelium Vitae del Papa Juan Pablo II, quiere ser pues una confirmación precisa y firme del valor de la vida humana y de su carácter inviolable, y, al mismo tiempo, una urgente llamada a todos y a cada uno en nombre de Dios para defender la vida.

   No basta con eliminar las leyes injustas. Hay que eliminar las causas que favorecen los atentados contra la vida, asegurando sobre todo el apoyo debido a la familia y a la maternidad: la política familiar debe ser eje y motor de todas las políticas sociales.

   ABORTO

   Los textos de la Sagrada Escritura, presentan de tal modo al ser humano en el seno materno, que exigen lógicamente que se extienda también a este caso el mandamiento divino “no matarás”. Por lo tanto, el aborto directo, es decir, querido como fin o como medio, es siempre un desorden moral grave, en cuanta eliminación deliberada de un ser humano inocente.
   

   

   
   

   Sin embargo, la percepción de la gravedad del aborto se ha ido debilitando progresivamente en la conciencia de muchos. "La aceptación del aborto en la mentalidad, en las costumbres y en la misma ley es señal evidente de una peligrosísima crisis del sentido moral, que es cada vez más incapaz de distinguir entre el bien y el mal, incluso cuando está en juego el derecho fundamental a la vida. Ante una situación tan grave, se requiere más que nunca el valor de mirar de frente a la verdad y de llamar a las cosas por su nombre. Precisamente en el caso del aborto se percibe la difusión de una terminología ambigua, como la de “interrupción del embarazo”, que tiende a ocultar su verdadera naturaleza y a atenuar su gravedad en la opinión pública. Quizá este mismo fenómeno lingüístico sea síntoma de un malestar en las conciencias. Pero ninguna palabra puede cambiar la realidad de las cosas: el aborto procurado es la eliminación deliberada y directa, como quiera que se realice, de un ser humano en la fase inicial de su existencia.

   Desde el momento en que el óvulo es fecundado, se inaugura una nueva vida que no es la del padre ni la de la madre, sino la de un nuevo ser humano que se desarrolla por sí mismo. La Iglesia siempre ha enseñado, y sigue enseñando, que, al fruto de la generación humana, desde el primer momento de su existencia, se ha de garantizar el respeto incondicional que moralmente se debe al ser humano en su totalidad y unidad corporal y espiritual: El ser humano debe ser respetado y tratado como persona desde el instante de su concepción.

   La defensa y la promoción de la vida no son monopolio de nadie, sino deber y responsabilidad de todos. El desafío que tenemos ante nosotros, es arduo. Es urgente una movilización general de las conciencias y un común esfuerzo ético, para poner en práctica una gran estrategia en favor de la vida. Todos juntos debemos construir una nueva cultura de la vida.

   El Evangelio de la vida no es exclusivamente para los creyentes: es para todos. El tema de la vida y de su defensa y promoción no es derecho único de los cristianos.

   
   
2. ¿QUÉ APRENDERÉ HOY? RETO:

                INSTRUMENTO DE EVALUACIÓN:

                Al concluir el reto, el estudiante se autoevaluará.